Dunas, paisaje y silencio en el corazón de Apure


Los Médanos de Capanaparo revelan un paisaje poco conocido de Apure. Ubicados dentro del Parque Nacional Santos Luzardo, invitan a la contemplación, la fotografía y el turismo de naturaleza en su estado más puro.

Por Deisy Terán Tosta

En la parroquia Codazzi del municipio Pedro Camejo se encuentran los Médanos de Capanaparo, también conocidos como Dunas del Capanaparo o Dunas de la Soledad. Este paraje poco conocido del sur venezolano sorprende por sus extensas formaciones de arena rojiza, que contrastan con la vegetación de sabana y el horizonte abierto característico de los llanos.

El lugar, ubicado dentro del Parque Nacional Santos Luzardo, forma parte de una zona de conservación natural que protege ecosistemas de sabana, galería y riberas del río Capanaparo. Aunque su acceso no es masivo, los visitantes que llegan encuentran un espacio amplio y silencioso, ideal para la observación del paisaje y la fotografía.

Un rincón del llano diferente

A diferencia de los destinos llaneros más tradicionales enfocados en la fauna o las actividades de hato, los Médanos de Capanaparo ofrecen una experiencia más contemplativa. Las dunas, moldeadas por el viento, varían de forma y color según la hora del día. Son accesibles en vehículo 4x4, preferiblemente con guía o acompañamiento local.

Durante la época seca, el terreno es más transitable. En temporada de lluvias, algunas zonas pueden presentar obstáculos por el barro o crecidas de ríos cercanos. No hay servicios turísticos formales dentro de la zona, por lo que se recomienda llevar provisiones, hidratación y coordinar el regreso antes del anochecer.

Ruta e información útil

Los visitantes pueden llegar desde San Fernando de Apure tomando la vía hacia Elorza, con desvío hacia Capanaparo. La mayoría del trayecto es carretera rural, por lo que es importante salir temprano y prever el regreso. Algunos pobladores locales ofrecen orientación o servicio de transporte con experiencia en la zona.

Por ahora, no existen posadas o hospedajes organizados dentro del parque, pero es posible pernoctar en poblaciones cercanas como San Juan de Payara o El Samán. También hay excursiones organizadas por operadores especializados en turismo de naturaleza y aventura.

Además del atractivo visual, la zona tiene valor ecológico. Forma parte del corredor biológico del parque Santos Luzardo, que resguarda especies como el chigüire, el oso palmero y varias aves migratorias. La presencia humana es baja, lo que permite que el paisaje se mantenga en estado casi intacto.

El nombre Médanos de la Soledad es usado por algunos habitantes debido al aislamiento natural del sitio. No obstante, en los últimos años ha despertado el interés de fotógrafos, viajeros y documentalistas que buscan lugares distintos dentro del país.


 

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